Este es un pasaje que cuenta la historia de una caminata en el bosque que termina convirtiéndose en un ritual de celebración y de vitalidad plena. Se puede decir que se lee en forma de una meditación o un mini cuento. Aquí combino diferentes elementos como momentos de conexión con la naturaleza, visualizaciones y reflexiones las cuales sin lugar a duda me inspiraron a dar vida a la narrativa de esta meditación/cuento/historia. Te invito a que despiertes tu ser creativo y tu curiosidad, y a que leas este texto con mente y corazón abiertos a escuchar su mensaje.
La energía vibrante, resplandeciente y latente del sol regresa al Hemisferio Norte. Hoy 21 de Marzo de 2021 se celebra el equinoccio de primavera. Y para darle la bienve- nida a este gran día, me dispongo a conectar con la madre tierra y la energía tan especial de este día con una caminata por el bosque. ¿Me acompañas?
Salgo de mi casa, volteo al cielo y a quien crees que saludo? Se trata de la estrella más brillante y cercana al planeta tierra, “el sol” — Mm ¡Qué alegría encontrarnos de nuevo!
A mi llegada al bosque, percibo una paz absoluta, una tranquilidad que hace mucho no sentía, un silencio profundo y a su vez estimulante. Dentro de mi siento unas ganas inmensas de gritar: ¡Gracias vida! ¡Gracias vida! ¡Gracias vida! No me espero a dar otro paso sin antes liberar esta energía, por lo que me detengo, cuento hasta 3… 3,2,1 y grito ¡GRACIAS VIDA! El latir del corazón en estos momentos se siente como cuando tocas un tambor a todo lo que da. Con vida. Así mismo se siente la energía de la naturaleza en este día. Los árboles que me rodean lucen espectaculares. El famosísimo árbol de cherry blossoms me recuerda a la jacaranda de mi México querido. Y ni hablar de las flores que con sus colores primaverales: amarillo, naranja, morado, rosa, blanco cautivan mis sentidos. Estoy alerta; observando, sintiendo, conectando, dejándome llevar por la voz y brújula interna.
He caminado tan solo unos pocos metros y la naturaleza ya ha hecho de las suyas. Su magia, belleza, sabiduría, capacidad para adaptarse al cambio y crear vida es increíble. Todavía hay mucho camino por recorrer, sigamos y exploremos este ecosistema…
No tan lejos de donde estoy parada veo una flor de color rosa fuerte, me acerco y se trata de un clavel. Lo recojo y no vas a creer que a tan solo unos pasos hay otro clavel. ¿Será que habrá más claveles regados por todo el bosque? ¿Quién los habrá puesto en este camino? Sin pensarlo dos veces voy en búsqueda de más claveles.
Camino a paso lento. No llevo prisa.
Quiero llevar registro de todo todo todo lo que veo. Creo que veo a otro o varios claveles!!
¿A dónde me llevarán? ¿Qué me querrán decir? No tengo idea.
Sigamos caminando…
¿Sabes que me llama la atención? Que todos los claveles que hasta el momento he encontrado han estado regados cerquita del río. Mi instinto me dice que todo está en perfecta sincronía con la energía del equinoccio. La tierra está lista para ser cultivada, y el agua corre deliberadamente, y manda mensajes de abundancia y vida a los habitantes de este planeta.
¿Qué quieres crear en esta temporada de primavera?
¿Qué semillas quieres plantar y estás dispuesta a cuidar y ver florecer durante estos meses?
Pareciera que las aguas caudalosas del río hablaron por sí solas en esas preguntas, no?
El camino todavía es largo y el destino incierto. ¿Quién sabe cuantos mas claveles vas a encontrar y a dónde te llevarán? Estas segura que quieres seguir? SI! Va pues sigamos caminando.
Caminas. Caminas. Y más y más flores adornan y guían tu camino cuando de repente te das cuenta que has llegado a la última flor. ¿Dónde estás? En la cima de una montaña. La vista desde aquí es hermosa! ¿Qué ves? Un cielo completamente despejado, flores de todo tipo de colores y tamaños, pájaros volando sobre las nubes con una delicadeza y elegancia que enamoran. La montaña es especial. Este momento es especial. Los rayos del sol calientan mi piel. Todo parece estar en un equilibrio perfecto o mejor dicho sagrado. Los elementos de la naturaleza trabajan en equipo, y ahora es el turno de los elementos tierra y agua de abrir camino a lo que sigue. Se paciente. Escucha. Ve paso a pasito. Agradece a la naturaleza por sus regalos. Y fluye, fluye; sigue la corriente de tu río interior.